Bienvenidos a Zombieland, película que se estrenó en 2009. Un revuelto de acción, terror suave y comedia que, con el paso de los años, se ha convertido en película de culto para un nicho muy amplio de cinéfilos.
La premisa es simple: Columbus, un joven enclenque, cobarde y asmático se las maneja para sobrevivir en un mundo arrasado por una epidemia zombie, de ahí un título que nos invite acogedoramente a Zombieland.

Pese a estar lejos de ser un mata-zombies de camisa de cuadros y hacha en mano, Columbus lograr abrirse paso en Zombieland, un mundo tan cruel, gracias a una lista de normas que sigue a rajatabla. En situación de emergencia hemos hablado largo y tendido de medidas a tomar durante y después de un apocalipsis zombie.
Hoy vamos a hacer un repaso de sus normas más importantes que se exponen en esta obra a la hora de la supervivencia en el día a día de un apocalipsis zombie:
Regla Número 1 – Cardio
La primera norma a tener en cuenta es que todo superviviente debe de ser capaz de correr 200 o 300 metros lisos. El aguante a la carrera es imprescindible cuando tienes detrás a una horda deseosa de tu propia carne (en el peor sentido).

Mantenerse en forma será vital a la hora de sobrevivir. Además, recordemos que cuando alguien está siendo perseguido los niveles de adrenalina se disparan, puesto que tenemos un incentivo extra. En Zombieland uno jamás puede pararse quieto.
Regla Número 2 – Mata y remata en Zombieland
Un zombie es biológicamente muy distinto a nosotros y no podemos confiar en lo que conocemos. Cuando se de la ocasión en la que has tumbado a un caminante con un bate, una raqueta o un arma de fuego, dale una vez más en la cabeza, aunque parezca inerte.
Regla Número 3 – Cuidado con los baños
Casualidad o causalidad, siempre suele haber un zombie rezagado que fue convertido en los baños. Uno llega al inodoro y encuentra un santuario de paz donde poder aliviar sus necesidades fisiológicas, y entonces… PUM, eliminado.
Lo que más duele a un superviviente es que lo pillen con la guardia baja. No les demos esa oportunidad y cuidado con los baños.
Regla Número 4 – No olvides el cinturón de seguridad
El estar viviendo en la caótica Zombieland no significa que no haya otras causas de mortalidad. Aunque tengas que salir huyendo de una horda y te veas obligado a hacer a puentear un turismo, por mucha prisa que tengas recuerda siempre abrocharte el cinturón de seguridad.

No es un aviso por tu seguridad vial de la DGT, sino una regla a tener en cuenta para vivir un día más en un mundo azotado por el apocalipsis zombie.
Regla Número 5 – Revisa siempre el asiento trasero
Y, por supuesto, a la hora de tomar un vehículo prestado, no sabes qué te puedes encontrar. No queremos desembragar y repentinamente sentir las fauces de un caminante en nuestro cuello, por lo que nunca nos olvidemos del asiento trasero cuando cojamos el volante en Zombieland.
Regla Número 6 – Recuerda calentar
Incluso los mejores futbolistas, los atletas más ágiles o los gimnastas más dinámicos se lesionan. Podrías lanzarte a la carrera contra una horda y, por culpa de un mal paso, caer indefenso al suelo. Por ello, el calentamiento es tan importante.
Regla Número 7 – Asegura las salidas
Cuando entres en un sitio cerrado las sorpresas aguardan en cada esquina. Nunca sabes cuando vas a tener que salir por patas, por ello te recomendamos que cuando te encierres en un edificio, el primer paso a seguir sea asegurar una vía de escape.

Desbloquear una puerta, dejar rota una ventana, o simplemente dejar las entradas corridas. Ambientar un poco no hace daño a nadie, dejar los espacios cerrados, bastante, y más cuando hablamos de Zombieland.
Regla Número 8 – No seas un héroe
Una de las normas más rigurosas en Zombieland trata las heroicidades. Si uno quiere sobrevivir un día más no debe correr riesgos innecesarios, tales como ayudar a levantarse a un amigo caído, entrar a los lugares solos, evitar ir el primero o sacrificarse por el resto del grupo.

¿Egoísta? Tal vez, pero al menos viviré un día más en Zombieland para recordar ominosamente a mis compañeros de supervivencia en este cruel mundo.
Regla Número 9 – Disfruta de las pequeñas cosas
La norma más importante y más necesaria de aplicar. En Zombieland, a la hora de sobrevivir, ya sea a un apocalipsis zombie, como a una vida normal y corriente, es no olvidarnos de los pequeños placeres de la vida, y cultivar el buen humor.

Ya sea el salir del sol, el canto de los pájaros, un agradable paseo por el campo o degustar un sabroso Twinkie (o cualquier otra golosina o chocolate a gusto del sobreviviente), recuerda atesorar el momento. Lo flexible se quiebra, lo maleable sobrevive.
Siguiendo estas sencillas normas y, con ayuda del kit de supervivencia para preppers que ofrece esta página, la supervivencia en un ambiente infestado de zombies será una tarea fácil para cualquier preparacionista que se precie.
¿Has visto esta película? ¿Crees que estas normas son buenas para la supervivencia? No olvides dejarnos un comentario o ¡compartir tu experiencia en redes sociales!